Hombres, dinero, sexo, alcohol.
Tal vez alguien disfrute de estas cosas, que para mí son cadenas y representan marcas imborrables.
La inocencia y los privilegios de la infancia, nunca me fueron concedidos. ¿Acaso supe lo que eran?, siempre he sido un instrumento, una fuente de ganancias.
Quiero obtener la libertad, de una u otra forma. No me podrán privar de tener una vida propia por siempre. No, mi vida no es mía, es de ellos, los que me venden. No, mi cuerpo no es mío, es de ellos, los que me compran.
Mi espíritu ansía libertad, no me doblegaré ante sus deseos. Romperé las malditas cadenas que me han atado desde que nací en un inmundo prostíbulo.
Nunca lo elegí, nunca lo pedí y terminé siendo:
Esclava del destino.