Ganar los Juegos del Hambre, obtener riquezas y empezar una nueva vida, rodeada de fama y fortuna. Así es como los habitantes del Capitolio ven a sus vencedores. Pero todo aquel que se vuelve uno, sabe que realmente no lo es. No son vencedores, sino sobrevivientes. Ella ganó la edición de los sexagésimo novenos juegos, pero el precio de su victoria fue muy alta. Morir en la arena, peleando era mejor que fuera de ella, sufriendo. Pero no todo esta perdido, pues el amor aparece en su camino, sin importar que muy pronto, el grito de libertad de todo Panem se alce y la guerra comience.