365 días no fueron suficientes para olvidar aquel año bisiesto, necesitaba 24 horas más para lograrlo. Han pasado cuatro años, hoy vuelvo a tener en mis manos un bolígrafo, esta vez de color rojo, sí, estoy marcando una X en cada día de mi calendario, luego de haberlo vivido al máximo, y escribir un último poema en mi diario. He vuelto a sentir la emoción de un 29 de febrero, pero en esta ocasión, tu recuerdo se disuelve entre mis dedos. Y tú ¿Alguna vez te has enamorado en un año bisiesto? Si no es así, te pediré un favor. No, no te diré que leas una página por día, porque sé que te basta uno para acabar este libro, yo también pertenezco al grupo de lectores; pero si te pediré que después de cuatro años le des una segunda oportunidad, para ver si consigo volverte a enamorar.