Decir que no tenía miedo sería mentira. Ann nunca fue una chica tímida, era silenciosa, divertida y muy curiosa, ese había sido su primer error, la curiosidad había podido con ella, tal vez por eso ahora su vida estaba patas arriba. Mientras las piernas le temblaban y el corazón le iba a mil seguía sin poder moverse, seguramente no había sido buena idea entrar en el bosque.