Kagome ha hecho su vida en su época, el pozo nunca más se volvió a abrir. El tiempo avanzó sin detenerse un segundo, su familia creció, conoció a un buen hombre que la enamoró y ese día en ese parque, encontró un rostro conocido. Rin sonreía expectante de su reacción, acariciando la cabeza de un perro blanco que le removió sentimientos ocultos en su interior. ¿Por qué rin estaba viva? A través del pozo devora huesos, la historia continuó.