Vivo en las sombras, realmente no en las sombras pero sí en un pasado desastroso que esta lleno de dolor, esa es mi sombra en la que vivo y se que no me dejará de atormentar hasta que esté muerta y puede de que aún después.
Lo peor de todo esto no es tener que lidiar con eso. No, lo peor es no tener la paz que cualquier humano merece. Si es que me puedo llamar humano.
Soy un monstruo y no de esa clase que mide tres metros y está lleno de baba, no, tengo la apariencia de cualquier persona, una persona inmortal.
Aprendí a las malas que el amor te cambia y también te hace hacer cosas muy estupidas, el amor hace que cometamos los peores y más crueles errores, por amor es que estoy así, pagando las consecuencias.
No entiendo como hay personas que pueden ser tu luz al final del pasillo, tu coca-cola en el desierto, personas tan diferentes que te hacen querer ser mejor y realmente pienso que esas personas solo se presentan muy pocas veces en la vida.
Como él, que solo lo encontrare una vez en mi larga vida.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?