Toda mi vida fui engañado por todos los que me rodeaban, creyéndoles a sus falsas historias y apoyando sus propósitos erróneos. Cuando al final desperté, ¡no fueron honestos! No tuvieron la suficiente dignidad para aceptar sus errores. Malditos sean. Ahora sé para qué vine al mundo: para traer una nueva era. Pero, antes que lleguemos a ese inminente momento, compartiré con ustedes cómo abrí los ojos y cómo, al hacerlo, ¡ni siquiera mis amigos me creyeron! No soy impulsado por la ira, no, ese es un sentimiento muy estúpido. Me impulsa el sentimiento de la justicia, la honestidad y la innovación, mejor dicho: ¡Renovación!All Rights Reserved
1 part