Sentía que de cierto modo ya nos habíamos visto antes, sus ojos me recordaban algo que me hacía sentir segura, no lograba identificar cual era esa fuerza magnética atrayente que me pedía a gritos que lo abrazara. Era la primera vez que lo veía y quise saltar sobre el como si me hubiese hecho falta toda una vida.
No logro comprender ese sentimiento que hizo a mi alma estremecer, te juro que sentí que ya lo conocía, claro que sabía quién era, conocía su nombre, pero cuando te digo que sentía que lo conocía, lo digo en serio. Pude sentir como si mi alma recordara que ya lo había amado, fue algo tan impactante que ni yo misma lo creía real, pero justo en el segundo que nuestras miradas cruzaron y mi cuerpo respondía como teniendo vida propia, buscando esos brazos que habían perdido. Justo en el momento que escuche latir su corazón mientras nos abrazábamos entendí que él ya había estado en mi vida.
Son ese tipo de situaciones difíciles de explicar, yo lo conocía de vista, no te lo voy a negar y nunca me percate de nada extraño, de cierto modo era otra persona más en el universo, no le preste atención, pero no te puedo explicar esa sensación que se metió en mi ser y me inundo al segundo de verlo justo en frente mío, era real. ¡Era una persona de carne y hueso!