Conner será el futuro alfa de la manada Nación. Sin embargo para ello deberá casarse con la hermana del alfa de una manada que acababa de perder su territorio por la guerra. Esta mujer se convertiría en su Reina. Pero un mal que se arrastraba entre las sombras lucharia por separarlos. ... - ¿Qué es lo que quieres? - Le hablé fuerte y claro a Stefan - ¿Nación? ¿Matarme? - Diste justo en el clavo, pero no solo quiero a Nación y matarte, también quiero una esposa... Y a mí me encanta la tuya. Mis ojos se agrandaron y erupcionaron en una ira desmedida, como si desprendiera lava de ellos quemé todo a mi vista - ¡Hijo de perra! - Me sacudí contra las cadenas he intenté romperlas, pero mi cuerpo aún no recuperaba toda su fuerza debido al sedante - ¡Intenta ponerle un dedo encima a mi mujer! ¡Y creeme cuando te digo que el deseo de arrancarte la cabeza y el sueño de bañarme en tu sangre se hará realidad!. - Apreté mi mandíbula con demasiada fuerza, como si quisiera romper algo en ella - ¡A mi esposa no la tocas ni con un dedo! ¡Ni la desnudas con la mirada! - ¿En serio? - Caminó hasta estar parado enfrente de mi esposa. Mi esposa lo miró como si fuera arrancarle el corazón y hacer que se lo comiera, si tan solo no estuviera encadenada. Su asquerosa mano manoseo el pecho de mi esposa - ¡Maldito hijo de perra! ¡Voy a arrancarte esa mano en cuanto me libere! - Mi hermosa Reina clavó sus colmillos afilados sobre el asqueroso brazo de ese bastardo y le arrancó un buen trozo de piel. Si tan solo pudiera liberarme, lo desmembraría parte por parte. - Intenta volver a tocarme y está vez no solo te arrancaré un trozo de piel - Mi Reina era tan salvaje y despiadada cómo yo.