Era la diosa en persona, entró al vagón por la puerta del metro que yo siempre concurro y quede amarrado a sus pies con solo una mirada. Lo malo que uno nunca sabe si volverás a ver a alguien desconocido en las transcurridas calles de Santiago o en el mismo metro donde por primera vez la vi pero nadie sabe si la podré volver a admirar, porque esa belleza es tan grande que dudo volver a verla, mi diosa Afrodita. ** 😈 Historia completamente mía ¡no copia! De mi cabeza las ideas mas pervers. Saludos, siganme...
3 parts