Cualquier tipo de amor es bueno. Un destino que nos une, una vida por siempre juntos. La eternidad que aún después de la muerte prometimos compartir. Amar sin ser juzgado y criticado, sin prejuicios y estereotipos, poder tomar un café con la persona que amas, mirar al cielo, suspirar, soltar esos alientos de amor y enamoramiento. Ser feliz con estar al lado de la persona que siempre has deseado, que siempre has anhelado con toda el alma. ¿De que se trata está vida? De ser, de tener toda la felicidad del mundo y que nada lo impida, que ni el tiempo, las palabras o la distancia arruine lo nuestro, eso es lo más importante.