...La orquesta esta lista, las luces apagadas, el público en silencio... el momento indicado para abrir el telón... los bailarines en posición tratando de calmar sus nervios y recordando una vez más los pasos que tendrán que realizar. Se da la orden, se abre el telón las luces llenan el escenario, el director de orquesta dirige con movimientos exactos una armoniosa melodía la cual los bailarines interpretan de manera extraordinaria... todo parece perfecto, parecía imposible que todo vaya tan bien, de hecho lo era, ya que, muy alejado de a toda la adrenalina y emoción que impregnaban el escenario, en su propio camarín se encontraba el cuerpo inerte del bailarín principal del cual, debido al ajetreo, nadie se dio cuenta... Esa fue la escena que le vino a la mente a Daven cuando, durante una entrevista la periodista le pregunto cuál era su secreto para ser el mejor bailarín de ballet.