Una vida sin relacionarse con humanos es difícil, y más si te escapas para observarlos. Tener prohibido algo lo vuelve más interesante, ¿no crees? Por eso aquel día me acerqué al notar algo diferente, bajé la guardia y dejé a un lado la capucha que solía mantener alejado a los mirones. Me arriesgué a ser quien soy.All Rights Reserved