Habían pasado años desde que conocí a Derek Hale, un hombre lobo, una bestia con apariencia de hombre frío y tío duro. Si, esa era la impresión que daba Derek. Sabía perfectamente que él no era como su apariencia demostraba ser. Sabía que detrás de ese aspecto rudo, detrás de ese caparazón que le protegía de los demás había alguien amable y cariñoso. Y sí, a pesar de las discusiones que hemos tenido ambos muchas veces (por no mencionar las amenazas), nos hemos salvado la vida mutuamente en múltiples ocasiones, considerando así a Derek no solo un compañero de guerra, si no también un gran amigo. Ciertamente nuestra relación no es de las mejores. Siempre estamos amenazándonos mutuamente, pero a pesar de eso, le he tomado cariño... Tanto que acabé por enamorarme de él. De Derek Hale. No sabía que tal amor iba a llevarme a la obsesión más absoluta.