La mayoría tiene la mentalidad de que hay que tener un cuerpo bonito para enamorar a una persona, cuándo la verdad no es así. Un cuerpo bonito, desaparece, mientras que lo de adentro, se conserva y jamás cambia.
Es lo que nos hace únicos y especiales, más allá del físico, nos hace brillar.
Para ellos, soy Nath, la chica gorda; la que jamás será amada por alguien, la que primero debe tener un cuerpo de infarto para que la amen. Pero, primero tengo que amarme a mi misma para empezar a amar a los demás, una vez que lo haga, empezaré una historia de amor sin fin.