No puedes decidir quién será tu alma gemela, mucho menos el nombre que aparecerá en tu muñeca, pero si tienes confianza, puede que la suerte te sonría. Se da por supuesto que alguien que convive con la magia día a día estará acostumbrado a ver fenómenos extraños constantemente. Pero no es el caso de Stephen, quien se despierta una mañana con un nombre escrito en su muñeca, llevándose un buen susto.