Se dice que hay solo una forma de ser feliz, esa forma solo existe en la mente de Carla.
Su día está determinado por simples acciones.
Despertar, ir al baño, cepillarse, darse una ducha, vestirse, tomarse una taza de café, vestirse, salir a trabajar y practicar danza para luego salir a las cinco de la tarde y volver a su casa para la misma absurda rutina, al menos para alguien que esté observando su vida desde el exterior.
Esa es su forma de ser feliz, hasta que un día, con un simple accidente, su forma de vida feliz se esfuma. Su pequeña rutina sin problemas se ve afectada sin ella pensarlo y ahora le toca intentar reconstruir los pedazos restantes para salir adelante y seguir viviendo.
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.