"Piensen que son un gusano tratando de atravesar una manzana por dentro para llegar al otro extremo -Explicaba el profesor.- Así, los agujeros de gusano son atajos en el tejido del espacio-tiempo. Según Einstein sí pueden existir. Tienen una entrada y una salida en distintos puntos del espacio o del tiempo. El túnel que los conecta está en el hiperespacio, que es una dimensión producida por una distorsión del tiempo y la gravedad..." Estas fueron las palabras que me sumergieron en el abismo. Las ruinas de mi memoria fueron el atajo para llegar a la luz, a mi paraíso, mi otra yo. ¿Acaso fue el destino o fueron estas ideas las responsables de descubrir mi verdad? No lo sé, pero de algo estoy segura, si Marcela me hubiera escuchado estaría aquí, conmigo, riéndose en un altar de todos aquellos idiotas que se burlaron de personas como nosotras. Sé que soy diferente, soy como un pez fuera del agua y cliché y todo, me encanta. Un ojo de gato, otra vida y una aventura que solo está comenzando. ...Y pensar que todos creían que al profesor Alberto le faltaba un tornillo, já.