"Él era amante de lo roto y lo extraño, creo que por eso de alguna u otra forma estábamos entrelazados, yo era una chica rota e indiferente para los ojos de los demás, pero con él me sentía completa, distinta y especial" Rebecca Woods, una joven de catorce años de piel blanca, corazón frágil, mente abierta y boca cerrada mantenía distancia con todo aquel que la rodeaba, no sociabilizaba con muchos y era invisible ante los ojos de todos, exceptuando los de Logan Clark, el chico que cuando apenas la vio le invadió la curiosidad por esa chica tan extraña, tan fría, y frágil como la porcelana.