No soy una chica pelirroja con problemas de identidad, soy un chico, con fuertes convicciones, una imagen que debo mantener; familia y amigos que saben quien soy y para donde voy, un futuro brillante, y con nada de tiempo para pensar en el amor. ¿Quieren saber como todo eso se derrumbó en cuatro meses? Bienvenidos a mi historia. "Creí que te había superado, que día tras día era más fácil no extrañarte; supongo que me equivoqué, y lo que más duele, es que fui yo el que dijo: adiós."