Un solo guardia permanecía en la habitación,justo al lado de el asiento de la audiencia,había uno por cada habitación,se aseguraban de que los bailarines no fuesen tocados,le ponían límites a los clientes,pero si J lo deseaba...podía llegar hasta donde quisiera... y nunca antes había deseado tanto a alguien.El hombre que lo comía con la mirada,tez pálida manchada de tonos rojizos por los efectos de el alcohol y ojos penetrantes que lo agitaban de manera inhumana,se sentía extasiado por toda la atención que recibía pero tal vez no era el único que necesitaba de un poco de atención.
-Eres bastante mandón-
-Y tú eres un niño-💫