Él era un secreto esperando ser contado.
Yo era una historia en espera de ser escuchada.
Me ofrecí como la voz.
Él como el oyente.
Pero de eso,
no salió ningún sobreviviente.
Desde pequeña me habían inculcado que mentir era algo malo, pero a medida que fui creciendo, me olvidé de esa regla y caí en cuenta de que mentir, era algo necesario para sobrevivir. O eso creía, hasta que me topé con Nicholas Holt.
Ambos quisimos curarnos el uno al otro, cuando por dentro, estábamos completamente rotos. Nos tratamos de armar, de curar, y cuando solo nos queríamos amar, las mentiras vinieron para arruinar nuestra paz.
Los secretos que cargamos en nuestra espalda por tanto tiempo, fueron revelados. Pero, ¿cómo iba a saber eso yo, mientras estaba a su lado? Dolía recordar cada frase, cada caricia, cada recuerdo que vagaba en mi mente, pero lo que más dolía era cada vez que lo reconocía, cada vez que reconocía que era un mentiroso.
Un buen mentiroso.
Recordó las palabras del médico "lo encontraron casi muerto" "es un milagro", abrió lentamente sus ónix observando a la nada, él no debería estar vivo, no merecía estarlo, había hecho demasiado daño, era un asesino, un criminal, apretó su puño con frustración recordando aquella vez en su infancia cuando se lanzó al precipicio "nadie en verdad desea morir" no, él en verdad deseaba morir, tragó pesado sintiendo lágrimas caer de sus ojos y rodar por su mejilla, él debía morir ¿Por qué la vida se aferraba a mantenerlo en existencia?
*Esta historia es mia, prohibida su copia y reproducción*
*Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto*
*Las imágenes que uso las tomo de internet, créditos a sus autores*