Siempre llegan los mismos recuerdos, una noche llena de nieve, caminaba sin rumbo, tenía aproximadamente 4 años, cuando un hombre se me acerca, me llamó la atención ya que era apuesto, su piel tan pálida, ojos verdes que después se tiñeron de rojo, esos ojos que aún recuerdo claramente como si fuera ayer. Me sonrió y al sonreír vi sus colmillos que buscaban mi sangre, él quería mi sangre pero cuando el se dispuso a atacarme, corrí lo que pude pero me tropecé. Y cuando me sujetó y empezó a acercarse en mi cuello, llegó... Aquél chico con cabello por los hombros con unos hermosos ojos cafés y su piel blanca como la nieve, y aquellos ojos que después vi aquel rojo puro. Él me salvo, mato aquél vampiro. Tan solo apuñalar su pecho se esfumó, solo quedaron cenizas. Él me abrazó muy fuerte pero mis piernas eran gelatinas y el nudo que intentaba soportar mi garganta ya no soportemás y no me contuve. Él me decía que todo iba a estar bien...