Cuando arriesgarse ya no es un riesgo. Cuando amar se convierte en peligro. Cuando sentir se cree malicioso. Cuando todo lo bueno se hace malo y viceversa. Ahí, es cuando te das cuenta que TODO lo que hiciste quizás valga la pena. Quizas cuando ella no vio la bondad en ti, ésta vez capte la maldad que acumulaste. Todo por amor. Todo por ella. Sin riesgos, sin peligros, sin miedo. Sólo con ella en la mente. Siempre. Cada segundo.All Rights Reserved
1 part