Mi vida era normal, como la de cualquier chico de 18 en último año de preparatoria. Tenia todo lo que quería, las mujeres caían a mis pies, yo no tenía problemas. Pero un día la vi, al pie de la escalera de mi casa y desde ahí supe que ella seria mi infierno, ella es mi único y gran problema; la única mujer de la que me enamoré, mi prima.