Lo puedo sentir todo, Peter. Quise llorar, porque entendí que estabas demasiado roto, y deseé poder unir todas tus piezas rotas. Hubiese deseado tener más tiempo, pero no cariño. Nuestro tiempo se agotó. No me detuve, las lágrimas tampoco lo hicieron ni la sensación de haber perdido una parte de mí. Te perdí. Me perdiste. Nos perdimos.