La habilidad que protege la tierna inocencia que, en los adultos mortificados por la vida, reside. Inocencia atormentada que ruega no desaparecer, y que él ilumina para que se imponga por encima del orgullo y la crueldad, a fin de conseguir lo que muchos añoran y por lo que pocos tienen el valor de luchar: felicidad genuina, esa que parece salir de cuentos de hadas, de la ingenuidad de un sueño infantil. {Shin Soukoku}