Si me hubiesen dicho que conocer al hijo de la castaña me iba a cambiar lo que soñaba ser. Siempre me enfrenté a lo cruel que podría tratarme la vida, no tuve lo peor, pero tampoco nadie desearía perder lo esencial. Los problemas se avecinaron en cuestión de tiempo. —Siempre es crucial enmendar tus errores. Nadie es perfecto.