Holden Lowell: un hombre importante, un magnate, dueño una de las empresas más grandes e importantes de Inglaterra, dinero de sobra, mujeres de sobra. Un trabajo fabuloso, un hombre fabuloso, una vida fabulosa y blah, blah, blah...
La verdad es que todo es una cortina, la verdad es que las noches son frías, llenas de trabajo, y cuando no es así dicen que el alcohol es el mejor amigo de un hombre.
Definitivamente su vida es una completa fachada, pero no pasa nada porque una carretera a medianoche, una luz cegadora, unos ojos esmeralda lo cambiarían todo, su vida no sería la misma nunca más. Porque una estrella fugaz le ha concedido un deseo, un deseo no pedido.
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Esta es un obra de mi completa autoría, y quiero compartirles que dicha obra la escribí hace mucho tiempo como un trabajo para la escuela y ahora quiero compartirlo con ustedes, espero que lo disfruten.
Prohibida la difamación, copia y/o adaptación, por completo y de cualquier tipo, incluyendo impresa o digital.
Todos los derechos están reservados.
-No llores angel, ¿Quien te ha hecho tanto daño? -dice desde la sombras, la luz se ha apagado con el llanto del ángel.
-Aquel demonio -señala limpiando sus lágrimas-. Lo siento, debí tener más cuidado.
-El es quien debería tener más cuidado.
La sonrisa del diablo se ensancha, sabe que no hay nada que pueda impedir que lo haga sufrir, que torture a quien daño el ala de su ángel, quien astillo su dulce corazón.
No hagas llorar al ángel, no querrás obligar al diablo a salir del averno para ver la sonrisa de aquel angel que lo atormenta en sus sueños.
No querrán ver cómo los hace sufrir por separarlo de quién mantenía con luz el averno, que mantenía en cautiverio a la bestia.
El destino nos depara cosas inciertas, el camino puede ser largo y espinazo. Ten cuidado cuando hagas tropezar al ángel que te sigue y lo hagas llorar no querrás ver la venganza que tiene el diablo preparada para ti.