Durante un hermoso día de sol, nubes blancas cual algodón y una preciosa temperatura de verano, Bokuto se cayó de cara al suelo y se rompió todo contra unas cuantas flores espinosas provenientes de una pequeña florería en el centro de Tokyo.
¿Lo peor? Luego de lo sucedido quien se encontró en un apierto fue Akaashi, el encargado de la florería. Quien, para su mal, le habían destrozado las hermosas rosas que había cuidado y, para peor, ahora Bokuto concurría cada martes y jueves a su florería a cubrir el gasto de lo que había roto.
Pero no era tan malo. Bokuto era un tipo raro, pero de esos que te alegran la vida y hacen tus días un poquito más entretenidos. Así lo hizo con Keiji y, en viceversa, así lo hizo Akaashi con Bokuto.
>Falta de edición (puede tener errores de tipeo) y un último capítulo (spin-off).
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero