Last chance

Travis y Christina se conocieron en clase de francés. Él era tres años mayor que ella y no tenía idea cuánto le gustaba a su compañera porque creía que era prácticamente imposible que alguien se enamorara de él.
Tenían escasos meses de conocerse, a pesar de eso, Christina se sintió atraída hacia la timidez de su compañero. No era ni el más listo, ni el más guapo y mucho menos el más popular. Para colmo sus gustos eran un poco extraños y pronunciaba las palabras de una forma bastante peculiar.
Aún así, ella no perdió la esperanza en atraer a Travis antes de que él se graduara; la idea era un tanto descabellada.
Enamorar a Travis, y no sólo para tenerlo como novio. Sino para quitarle lo inseguro. A su vez ella quería tener un carácter firme y demostrar que no eran tan diferentes.
Típico: los polos opuestos se atraen. Pero...
¿Será que no siempre los polos iguales se repelen?.

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