Cuando la extraño tomo un té verde sin azúcar para recordar sus besos y sentirme a su lado, aunque sea un momento. Cuando levanto la taza, mis manos frías se calientan al contacto, como cuando le tomaba la mano para calentarla. Estoy a punto de dar un pequeñísimo sorbo (para no quemarme), siento el calor que de ella emana y es parecido a sus abrazos, a su respiración y a su cuerpo. Pasa el líquido por mi garganta, su amargo sabor lo disfruto, ella va ahí para quedar dentro de mí. Alejo la taza y la veo de reojo, poco a poco la dejo en la mesa para juntar mis manos y frotarlas, amor de fricción y contacto. La vuelvo a tomar cuidadosamente para no derramar ni una gota, se repite el mismo ciclo hasta que se termina y no queda más en el fondo. Entonces me levanto, camino a la cocina y vuelvo a servirme otro.
Elliot Jensen and Elliot Fintry have a lot in common. They share the same name, the same house, the same school, oh and they hate each other but, as they will quickly learn, there is a fine line between love and hate.