¿Que podría esperar ella de una madre que nunca la quiso?, "madre" entre comillas porque Fabiola no lo era, esta era únicamente la esposa de su padre, quien le había dado el hijo varón que tanto anhelaba Bruno, este último quien había fallecido hace algunos meses dejando toda su fortuna en manos de su viuda y su hijo, a ella, por ser mujer tendría que esperar que algún hombre decidiera casarse, ¿pero quién en sano juicio se casaría con la hija de una prostituta? Lucharía, por ser libre, por salvar su alma condenada, por ella misma y por sus sueños que así fueran locos, eran los únicos que la mantenían esperanzada con un mundo mejor. Una vida fabricada a partir de mentiras, que poco a poco se caería, una vida llena de engaños que cuando estos fueran descubiertos transformarían todo lo que ella había considerado cierto, y le daría una nueva visión del mundo.