Mía trabaja durante el día en una librería cuyo propietario es un hombre mayor que quiere retirarse. Ella desearía comprar la tienda y para eso, por las noches trabaja como aseadora en una gran empresa. Una noche le pide el cambio de planta a una compañera. Sin autorización entra a limpiar el despacho de su jefe, entrenándose de lo que no debe y sin tener en cuentas los cambios que esto traería para su vida.