Takanori no tenía en qué creer. -Dame tu mano, y prometo que nunca te soltaré. El enfado del menor resguardaba la inseguridad. El gesto tímido y tembloroso le guió hacia la luz blanca junto aquel individuo. «Olvidarás quién eres, quién fuiste, quién pretendías ser.» K A I R U U