Hay días en que mi felicidad depende de dos estúpidas larvas muy simpáticas.
Hay otros, en los que soy feliz leyendo cosas ridículamente tiernas.
Pero hay días, de los días, de mis días que me siento tan, pero tan " yo " qué solo atino a relajarme y dejar que toda la mierda impacte con mi sistema.
hoy les hablaré de alguien que nunca pensó estar así...
*Segunda parte "mis dulces lagrimas"