Ante un inesperado viaje, Aioria no esperaba que su propio hermano lo llevara a una plaza de toros, donde terminaría en las peores formas posibles junto a un hombre atractivo de nombre Shura. Llamando de la peor forma "destino" no esperaba que este consiguiera diversas formas para tenerlo a su lado, demostrando que incluso el destino no puede llegar a equivocarse cayendo en los mismos encantos del hombre. No le queda más opción que aceptar.