"Cuando me dijeron que tomaríamos un crucero a Brasil, pensé que serían las peores vacaciones de mi vida. Mi mamá, para entusiasmarme, me hablaba de la pileta, de las fiestas. Y yo solo pensaba en lo mal que me quedaban la malla y los vestidos." Lo peor que le podía pasar a Vicky era ir de vacaciones con su familia en un crucero. Pero, por suerte, la historia recién empieza.