James no levanta la mirada del suelo, me aterro al recordar que no llevo puesto más que un diminuto conjunto deportivo y mis medias de felpa hasta las rodillas. Comienzo a subir las escaleras pero su mano toma mi pierna y el tacto de su piel con la mía me deja una sensación extraña en el vientre. No entiendo que me pasa.
-No te vayas -me pide mirándome a los ojos, le sonrió involuntariamente sentándome junto a él.
-¿Todo va bien? -le pregunto después de un rato de un cómodo silencio admirando las estrellas.
-No lo sé -responde después de un minuto- Estoy confundido.
-¿Quieres hablar? -le pregunto mirándolo, aunque el mantiene la vista en las estrellas, o perdida en la nada. No estoy segura.
-No lo sé -hace una pausa y luego me mira a los ojos, no estoy segura de sí lo extraño solo lo siento yo porque el parece demasiado cómodo cuando me ve- ¿Estas dispuesta a escucharme?
-Seguro -le respondo en voz baja sin detenerme a pensar siquiera.
-Pues es una larga historia -suspira para luego continuar y desvía su mirada de nuevo a las estrellas- Ella...
- ¿Quieres ir a dormir?
-No
Mi falta de análisis al responder preguntas que ni siquiera me tomo el tiempo de procesar, comienza a preocuparme.
-¿Y tú? -le pregunto
-No -su respuesta es casi tan inmediata como la mía- Me gusta estar contigo, me caes bien.
Voltea a ver las estrellas después de unos minutos, dejándome pasmada con lo que acaba de decirme. Espero unos segundos a que vuelva a mirarme pero no lo hace y me decido a contemplar las estrellas...
Elliot Jensen and Elliot Fintry have a lot in common. They share the same name, the same house, the same school, oh and they hate each other but, as they will quickly learn, there is a fine line between love and hate.