Él estaba explicando algo, creo que acerca de las neuronas, la verdad no lo sé muy bien.
Estaba perdido en él, en su mirada, en sus palabras, aunque no sabía exactamente de lo que estaba hablando ya que lo demás me mantenía distraído.
-¡Minagawa!-Oh, parece que de nuevo se ha enfurecido por mi comportamiento.
Aún con ese ceño fruncido, esa aura de amargura que parece notarse a kilómetros y esa tez tan blanca y pálida que me recuerda a luz de la luna. Lograba verse como la cosa más hermosa y adorable de este mundo.
Pero mis deseos e impulsos tengo que guardármelos para mí, ya que, además de que ambos seamos hombres, una relación entre maestro y alumno puede causar bastantes complicaciones.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...