Anastasia Ivanova era rara. Todo el pueblo lo sabía. Podía ser por su forma de actuar o porque simplemente hacía cosas raras. Eso a ella no le importaba, le bastaba con que su madre y padre la quisieran, entonces todo estaría bien. Pero mamá y papá también sabían que la niña era rara, porque mamá y papá tenían un secreto muy grande. Anastasia era una bruja. ¡Pero no como esas de los cuentos infantiles! ¡No! Anastasia podía hacer pociones y realizar hechizos, pero no era vieja ni tenía verrugas. El problema es que ella deberá controlar sus poderes, aprender. Y para eso, deberá irse del país al colegio de magia que sus verdaderos padres querían para ella. Porque sí, además de todo eso, Anastasia era adoptada.All Rights Reserved
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