Emma es una estudiante de dieciséis años, una chica bastante ingenua y muy afable. En una noche de estrellas plateadas sus amigas hacen una pijamada, y gracias la insistencia de Emma deciden invitar por primera vez a Sara, la chica pálida, lista, intensa, y algo rara que solo le habla Emma.
En una noche de confesiones, problemas de chicas, ternura e intimidad, Emma conoce mejor que nunca a Sara.
La sociedad de mente conservadora y su presión implícita, siempre presente, que si bien se saben obstáculos típicos y obsoletos, no deben de ser subestimados.
Pero el amor tampoco debe de serlo.