-¿Te gustaría volver a verlo?
-Prefiero que me quemen la piel con un cigarrillo, o que me trague un hipopótamo, que mi mamá me ponga a hacer todo los quehaceres de la casa, prefiero trabajar de sirvienta, o romperme un brazo o una pierna, prefiero volverme hombre y trabajar para una tercera guerra mundial, morir de cáncer, ser friolenta, que un maldito elefante me aplaste la cara para yo poder desaparecer, prefiero lanzarme de un puente, que me arrolle un auto, suicidarme , morirme de hambre, volverme una mujer araña o una mujer lobo, estar sola, volverme vagabunda, o lesbiana, bisexual, ver a la profesora de química en ropa interior, soportar a mi primo todo el maldito día, romper mi playstation o toda la colección de libros que tengo. Oh tengo una mejor idea. Ir a su casa ahora mismo y matarlo y luego yo. Prefiero todo eso a volverlo a ver- Le dije levantándome de la silla, con lagrimas en la mejilla y saliendo de la escena.
Esas fueron las palabras que Odeth una chica de 17, amante de los libros y ahora ella acabando de cursar unas vacaciones en un campamento, y empezando a odia a Santiago Tomks el chico más cruel que puedes ver sobre la faz de la tierra.