Hijo... Si supieras cuánto lamento no haber cumplido mi promesa... Lo intenté, desesperadamente lo intenté, pero la catástrofe llegó tan pronto... demasiado pronto. Lo único que pude hacer fue salvaguardar tu vida, mandándote lejos de mí... Y ahora que sé que jamás te tendré en frente todas las palabras dichas se me atragantan en la garganta, queriendo salir, dotando de recuerdos ajenos a esta mente ya vieja y decrépita. Éstas letras son tuyas, Piccolo... estés donde estés. Créditos de la hermosa portada para mi querida @yani_py