Este cuento es parte de una serie que tuve la suerte de escribir hace varios años gracias a un taller de escritura que dieron en mi escuela. Y gracias a una profesora que se tomaba en serio su tarea y nunca falló en darme algo de aliento cuando las palabras no salían. Por eso y por haberme iniciado en el maravilloso mundo de la escritura, le estaré eternamente agradecida.