Es imposible controlar de quién te enamoras, puedes tratar de fingir que lo que sientes no es real, que tu corazón no le pertenece a esa persona. James y Dominique intentaron con toda sus fuerzas ignorar sus sentimientos, trataron de mil y un manera convencerse de lo que sentían no era real. Pero cuando el corazón sabe lo que quiere, es imposible no hacerle caso. ¿Cómo hará ahora, que ya no pueden ocultarlo, para decirles a sus padres que han mantenido una relación por dos años, a pesar de ser primos? El amor no es fácil, mucho menos cuando es prohibido.