Tengo la necesidad de escribir sobre él, sobre el muro de las maravillas, sobre mi refugio. O por lo menos el que fue por unos momentos.
Siempre he desconfiado de las personas que dicen creer sobre el amor a primera vista, siempre pensé que era casi imposible. No conoces a la persona, no conoces sus mañas, ni su voz, pero todo pensamiento negativo sobre esto, se esfumó ese día.
A lo largo de mi vida había escuchado varias hipótesis sobre que sientes cuando conoces a tu otra mitad, almas gemelas le llaman algunos. Tranquilidad, sufrimiento, ansiedad, felicidad, entre otras. Y después de todo, puedo decir firmemente que no todos reaccionamos igual, no todos sentimos igual y ante ese momento en el que sabes que encontraste a la persona indicada, es el momento en el que todo cambia.
Cuando lo ví a él, mi mundo se volcó. Mis mejillas se encendieron y mis ojos se llenaron de lagrimas que nunca cayeron. Por unos segundos, lo que creía que era felicidad, me inunda y fue como una explosión en mi pecho.
Él sonrió y tranquilidad inundó mi cuerpo, sentia un calor acogedor que solo emanaba cuando me encontraba junto a él.
Sabía con certeza que mi muro de las maravillas se había elevado de manera extraordinaria, pero no pensaba en que un solo error me costaría la caída de este.
Wonderwall: muro de las maravillas.
Normalmente se usa para referirse a las personas en las cuales encontramos refugio. O la que estará para siempre a nuestro lado.
Elliot Jensen and Elliot Fintry have a lot in common. They share the same name, the same house, the same school, oh and they hate each other but, as they will quickly learn, there is a fine line between love and hate.