Los cuervos eran la señal de que ellos estaban cerca. * Greamunt. Un pueblo envuelto por inmensas montañas y cerros, rodeado de un bosque frondoso y misterioso. Desde niña, la idea de que estuviéramos en el bosque aterraba a mi madre y no era la única. A la mayoría de las personas les pasaba lo mismo, cuando caía la noche y la oscuridad envolvía el bosque, teníamos prohibido estar en el. Suelo pensar que si nunca me hubiera involucrado con ellos... Todo estaría bien, pero eso ya no importa. Estoy tan atrapada por esos chicos que todo mi ser exclama por más. * Si ese era mi pecado y el castigo es descender hasta el infierno, gustosa volvería a pecar una y, mil veces más.