La vida parecía simple, monótona y aburrida para el rubio, él mismo se hartaba cada día más, buscaba alguna forma de cambiar la rutina y ver ante sus ojos las situaciones de diferente manera. ¿Y en el amor? Vaya pregunta, a sus 18 años la marca que le mostraría el nombre de su alma gemela no estaba tatuada en la piel, él creía que quizá cupido no tenia un hilo rojo con el extremo de alguien más o simplemente el dios de amor tenia personas mejor que atender, al final de cuentas perdió las esperanzas en una fantasía tan patética, disfrutando en distintas carnes ajenas el sentimiento de la lujuria. Desafortunadamente el destino juega con las pocas cartas a su posesión una mala pasada, de la nada el fenómeno más extraño en el mundo iniciaba atormentarle los días posteriores y después la caligrafía de su alma gemela estaría justo en la cadera. Aquella ocasión comprendió todo, los sentimientos más nobles crecerían en cierta persona que jamás imaginó amar, pero ¿Qué había de malo? El chico dueño de las banales conmociones humanas no le correspondería, McCormick tendrá que lidear con el dolor unilateral, estaría maldiciendo miles de veces su condición y también consideraría el método para desaparecer su malestar. Esa experiencia transformaría su personalidad tan drásticamente, y quizá la cordura le acompañaba ¿Que sucederá?...All Rights Reserved
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