Es sencillo escuchar música; el dilema es: vivirla, sentirla, y darle un valor más profundo a cada una de las notas. Los pocos años de mi vida los he dedicado a la música, por ello decidí expresarla de una manera simple pero sensible. Los tiempos han cambiado, tal vez, yo sea muy anticuada; pero la música debe expresar más que relaciones de una noche, debe movernos por dentro, hacernos sentirnos una conexión y sacarnos de nuestra realidad.